Partimos de un hecho evidente. Euskal Herria está inmersa en un proceso de paz, apoyado por la mayoría del pueblo vasco, colectivos sociales, partidos políticos y acompañado de unos pasos de ETA dirigidos a su disolución y a la permanencia exclusiva de la vía política y pacífica. Esta apuesta es irrenunciable y, como defiendo desde hace un tiempo, no tiene vuelta atrás.
El gobierno español debería formar parte de los elementos que trabajan para consolidar el proceso de paz y convertirse en un ejemplo en el esfuerzo por construir la convivencia en términos puramente pacíficos y democráticos. Pero no es así. Si hay algún peligro en este proceso, lo representa el gobierno de Mariano Rajoy.
Se dedica a despreciar el proceso de paz, a minusvalorar cada uno de los pasos que se dan y a apostar por la vía represiva. Las ultimas detenciones son un ejemplo de ello. Al gobierno no le preocupa el proceso de paz sino las implicaciones electorales y de equilibrio partidista que pudiera tener un apoyo y una participación mayor en su consolidación.
Los medios prestan mas atención a la metedura de pata del Ministerio del Interior, al anunciar previamente la operación policial que condujo a las últimas detenciones, que al hecho de que el gobierno es, actualmente, el principal problema para la resolución del conflicto.
Las decisiones políticas dirigidas por las presiones de asociaciones de víctimas, que instrumentalizan el dolor y la condición de las víctimas con objetivos políticos, son decisiones equivocadas. La AVT y otras de su entorno son asociaciones políticas, cuya ideología es el nacionalismo español. No hay nada mas que asistir a sus actos y escuchar los comentarios, ver el perfil de los asistentes y la profusión de banderas españolas, gritos de ¡viva España! como en su última visita a Euskal Herria…para darse cuenta de que su actividad es política y las víctimas una excusa.
Mientras el gobierno haga caso a asociaciones de ultraderecha que no les importa el proceso de paz sino la victoria, el aplastamiento de sus enemigos, mientras pase esto, se estarán situando en el lado de los que quieren que el conflicto permanezca.
Es inaudito pero ante el hecho evidente antes mencionado nos encontramos con un hecho mas inquietante que es que el gobierno español, que supuestamente representa a los ciudadanos, trabaja para torpedear los esfuerzos que el pueblo vasco realiza para que el proceso de paz siga adelante y finalice de forma exitosa.
No creo que se produzca un retroceso en este proceso pero si lo hubiera, ya sabemos quien sería el responsable.
El gobierno español debería formar parte de los elementos que trabajan para consolidar el proceso de paz y convertirse en un ejemplo en el esfuerzo por construir la convivencia en términos puramente pacíficos y democráticos. Pero no es así. Si hay algún peligro en este proceso, lo representa el gobierno de Mariano Rajoy.
Se dedica a despreciar el proceso de paz, a minusvalorar cada uno de los pasos que se dan y a apostar por la vía represiva. Las ultimas detenciones son un ejemplo de ello. Al gobierno no le preocupa el proceso de paz sino las implicaciones electorales y de equilibrio partidista que pudiera tener un apoyo y una participación mayor en su consolidación.
Los medios prestan mas atención a la metedura de pata del Ministerio del Interior, al anunciar previamente la operación policial que condujo a las últimas detenciones, que al hecho de que el gobierno es, actualmente, el principal problema para la resolución del conflicto.
Las decisiones políticas dirigidas por las presiones de asociaciones de víctimas, que instrumentalizan el dolor y la condición de las víctimas con objetivos políticos, son decisiones equivocadas. La AVT y otras de su entorno son asociaciones políticas, cuya ideología es el nacionalismo español. No hay nada mas que asistir a sus actos y escuchar los comentarios, ver el perfil de los asistentes y la profusión de banderas españolas, gritos de ¡viva España! como en su última visita a Euskal Herria…para darse cuenta de que su actividad es política y las víctimas una excusa.
Mientras el gobierno haga caso a asociaciones de ultraderecha que no les importa el proceso de paz sino la victoria, el aplastamiento de sus enemigos, mientras pase esto, se estarán situando en el lado de los que quieren que el conflicto permanezca.
Es inaudito pero ante el hecho evidente antes mencionado nos encontramos con un hecho mas inquietante que es que el gobierno español, que supuestamente representa a los ciudadanos, trabaja para torpedear los esfuerzos que el pueblo vasco realiza para que el proceso de paz siga adelante y finalice de forma exitosa.
No creo que se produzca un retroceso en este proceso pero si lo hubiera, ya sabemos quien sería el responsable.