No hay discurso más manoseado y demagógico que el de las víctimas del terrorismo. Se abusa de estas palabras y se utilizan para defender planteamientos inamovibles y rígidos frente al desarrollo del proceso de paz que, afortunadamente, se está viviendo en Euskal Herria. Parece que este proceso resulta molesto para algunos políticos y organizaciones. Entre ellas, la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) cuya presidenta es capaz de oponerse a que una persona de Etxerat vista de txupinera en las fiestas de Bilbao hasta que una presa salga de la cárcel después de 26 años. El extremismo de los dirigentes de esta asociación es legendario. De Guatemala a Guatepeor. De Francisco José Alcaraz a Ángeles Pedraza. El respeto que se debe a personas que han sufrido la pérdida de uno de su familiares o sufrido un atentado es propio de bien nacidos. El respeto al dolor y al sufrimiento que provoca la pérdida. Pero la utilización política de este dolor es inaceptable. Y a esto se dedica esta asociación.
Parece que Ángeles Pedraza puede decir lo que quiera sin que pase nada. Declaraciones como mínimo censurables. A finales de agosto dijo en relación al asunto de la txupinera:
..con la impunidad» de los etarras, «va a terminar habiendo un enfrentamiento total entre las víctimas del terrorismo y los defensores de la banda, no sólo moral sino físico». «Ya que nadie defiende a las víctimas del terrorismo, el enfrentamiento que no se ha producido durante 50 años, va a tener que llegar».
Nadie le pidió explicaciones. No se criticaron sus palabras. No escuché a ninguno de los tertulianos, periodistas de moda, periódicos y etcétera censurar sus palabras. Barra libre. Y como nadie le puso freno, ante la decisión del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TDEH), se ha atrevido a decir:
«Se acabó la paciencia, nunca nos hemos tomado la justicia por nuestra mano pero la paciencia tiene un límite. Lo único que pedíamos era poder cerrar el duelo y el duelo hoy vuelve a abrirse». *
Este es el audio:
¿Esta es la representante de la víctimas? Prefiero pensar que no. Es la representante de una ideología que cualquier democracia debe rechazar. Una ideología del odio, de la venganza y del enfrentamiento que, paradójicamente, se afila en medio de un proceso de paz irreversible que permite que en Euskal Herria se viva un periodo de libertad y ausencia de violencia sin parangón en las últimas décadas. Lejos de acompañar este proceso, la representante de una ideología del odio amenaza con tomarse la justicia por su mano.
Esta asociación y sus representantes son un gran problema para las víctimas y un impedimento para la paz. Pero para los irreductibles más fanáticos: el proceso es irreversible, por mucho que intenten revivir el conflicto.
* Son las 00:57 de la noche. Hasta el momento los periódicos generalistas han acortado las declaraciones de Angeles Pedraza a: «se agotó la paciencia». Ventajas de ser una víctima.