El pueblo ha vuelto a ocupar las calles en un ejercicio de dignidad y de democracia aunque Salvador Victoria, portavoz del gobierno del PP en Madrid y poco habituado a estas muestras de democracia en estado puro, haya considerado que la marea ciudadana es antisistema y antidemocrática. Si nos ponemos puristas la marea es antisistema, teniendo en cuenta el sistema corrupto y podrido que sostiene el partido al que representa el señorito Victoria, y si nos atenemos al concepto de los populares de la democracia, que se puede resumir en los sobres, la corrupción, las mentiras y el negocio, pues también sería antidemocrática. Realmente esta marea ciudadana ha salido a la calle por gente como él. A nadie le puede extrañar estos exabruptos. Son los habituales aunque no por ello se debe dejar de exigir consecuencias por estas palabras. A los cargos públicos se les debe pedir respeto por las personas en su libre ejercicio de la libertad de expresión y si no son capaces no pueden permanecer en un puesto de responsabilidad política. Tampoco extraña el comportamiento de la policía, que vuelve a convertir el centro de Madrid en una batalla campal. A parte del rídiculo del TEDAX y los cócteles molotov. No dejaré de defender la desaparición de una unidad policial violenta y fascista como es la UIP y el procesamiento de los responsables, de aquellos que permiten y ordenan su despliegue violento, de aquellos que legitiman políticamente su actuación vandálica. No son policías sino mamporreros, matones, ultras gracias a un sistema que les permite actuar como delincuentes bajo el paraguas de la ley. A pesar de todo, gran parte del pueblo vuelve a dar una lección de dignidad, de forma pacífica, harto de la corrupción y de los engaños, vía recortes, del gobierno del Estado Español y de la Europa neoliberal. Existe una esperanza y esta reside en cada una de las personas que han participado en las manifestaciones del 23F celebradas a lo largo del estado. Sí se puede, si estamos todas juntas. No hay nada que les pueda dar más miedo.
#23F: un ejercicio de dignidad y de democracia
Foto @gabalaui