Demolition woman: cómo Esperanza Aguirre y sus amigos destruyen los servicios públicos

Los frentes abiertos ante el ataque de la derecha política y económica a los servicios públicos son innumerables. El gobierno del Partido Popular y sus sucursales comunitarias se han propuesto reducir lo público a la mínima expresión como colofón a años de continuo y sistemático expolio de los recursos públicos, especialmente en las Comunidades Autónomas donde llevan gobernando desde hace años. La estrategia ha sido simple pero muy eficaz. El deterioro gradual y el descrédito continuo de lo público, desde la nefasta gestión y el despilfarro de los recursos económicos, que ha servido para vender a la ciudadanía las supuestas bondades de la gestión privada. La crisis/fraude que estamos viviendo ha permitido el ataque, brutal y sin complejos, al sistema público con la justificación del déficit.

El descrédito, la manipulación informativa, el despilfarro y el trasvase de dinero público a manos privadas de las televisiones públicas manejadas por el Partido Popular son un ejemplo de hasta dónde son capaces de llegar. TeleMadrid es una televisión pública hundida en el desprestigio y un negocio redondo para las élites populares madrileñas. No recuerdo la última vez que he visto alguno de sus programas y no soy el único. Esperanza Aguirre y sus amigos consiguieron rebajar la audiencia desde la instrumentalización política y la conversión en altavoz político de su ideario y modelo de sociedad. Expulsaron a la audiencia y esquilmaron sus recursos con la mirada fija en el objetivo final de su privatización. Pero la dignidad aún sobrevive en un entorno tan hostil, representada en los trabajadores que denuncian las tropelías y luchan en defensa del servicio público de la radio y la televisión madrileña. Los trabajadores, organizados en la Plataforma Salvemos TeleMadrid, explican cómo se puede destruir un servicio público:

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