Este es el comienzo del anteproyecto de ley orgánica para la mejora de la calidad educativa (LOMCE):
La educación es el motor que promueve la competitividad de la economía y el nivel de prosperidad de un país. El nivel educativo de un país determina su capacidad de competir con éxito en la arena internacional y de afrontar los desafíos que se planteen en el futuro. Mejorar el nivel educativo de los ciudadanos supone abrirles las puertas a puestos de trabajo de alta cualificación, lo que representa una apuesta por el crecimiento económico y por conseguir ventajas competitivas en el mercado global.
Toda una declaración de intenciones. La introducción del actual anteproyecto es un ejemplo perfecto de la visión que la derecha política y económica tiene sobre la educación. Una visión puramente mercantilista en la que la formación y el desarrollo intelectual y humano del educando pasa a un segundo plano frente al utilitarismo del sistema educativo por los poderes económicos. Es pura ideología, y en este caso destructiva, que no tiene que ver con la educación ni con la calidad educativa.
Manifiesto de profesionales de la educación: Por otra política educativa.