Interesante artículo sobre el fracaso escolar en el Estado Español, que he conocido a través de @ignacioescolar, que viene a ofrecer una interpretación diferente, bien argumentada, a la que los centros de poder político y gubernamental y medios de comunicación tienden a transmitir sobre el sistema educativo español. Afirmaciones como la Enseñanza Básica española es muy probablemente única en el mundo en términos de libertad de elección de centro de los padres y de participación escolar de la comunidad educativa o que Podemos decir gracias al Informa PISA que la Enseñanza Básica española es aceptablemente eficaz y sumamente eficiente chocan contra los argumentos catastrofistas y demoledores sobre el sistema educativo que se vierten desde el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte del inefable Wert. El autor concluye que el fracaso escolar es bajo en relación a otros países y que el principal problema del sistema educativo no es el fracaso escolar sino, en todo caso, tener una proporción muy baja de alumnos de nivel alto. El artículo fue escrito en el año 2006, pero sus conclusiones seguramente se pueden seguir defendiendo en el momento actual:
Ni tan grande, ni tan grave ni tan fácil de arreglar. Datos y razones sobre el fracaso escolar por Julio Carabaña (UCM)
La actual situación política, social y económica es aprovechada por el Partido Popular para introducir cambios en la educación. Las argumentaciones utilizadas tienden a presentarla como un desastre que es necesario modificar para solucionar sus graves deficiencias pero estos argumentos, lejos de estar ajustados a hechos, se basan en interpretaciones interesadas e ideológicas que permitan erosionar la imagen del sistema educativo español para introducir cambios dirigidos a la privatización gradual de nuestra educación. Las decisiones y acciones políticas del Partido Popular no pueden ser juzgadas sin prestar atención a su cosmovisión, a su idea de sociedad. La privatización y la reducción marginal de lo público en el sistema educativo es el objetivo y la estrategia pasa por el descrédito. Como diría mi abuela, no dan puntada sin hilo.