María Dolores de Cospedal debería preguntar a quienes la rodean qué fue el 23F. Se daría cuenta de que la convocatoria del 25S no tiene que ver con el golpismo planificado por empresarios, políticos, militares, policías, guardias civiles y la monarquía. Seguramente ya lo sabe, pues se habrá codeado con alguno de los protagonistas teniendo en cuenta los ambientes que frecuenta, pero la recortadora de derechos se apunta a la estrategia mediática partidista de criminalizar las concentraciones y movimientos sociales. La estrategia del miedo ha sido muy eficiente y ha alcanzado de pleno al ciudadano de a pie que habla con soltura de que detrás de la convocatoria del 25S hay grupos de la ultraderecha o de elementos antisistema sumamente violentos, tal como han repetido diversos representantes del establishment político (no digo clase por si acaso me acusan de fascista) como la «moderada», popular y esquizofrénica Cristina Cifuentes o el portavoz de Sanidad del PSOE en el Congreso, José Martínez Olmos. La verdad que con tanta extrema derecha, golpismo, génova 2002, violencia y demás asustaviejas a uno se le quitan las ganas de ir, ¿verdad?. Bueno, pues eso es lo que quieren, que no vayas. Que te quedes en casa y les dejes a ellos, que ellos son tu voz, que para eso les votaste y que esperes a que acabe la legislatura para votar y que mientras tanto pan y agua y aguantarse, que ir contra ellos es ir contra la voluntad popular, que es normal que estemos indignados pero que nos desahoguemos en casa y que les dejemos a ellos seguir sacando a este país del pozo, que no violentemos la soberanía popular, por favor. Son unos expertos de la manipulación y la mentira.
En estos momentos están blindando de nuevo el Congreso de los Diputados. 1.350 agentes de la violenta Unidad de Intervención Policial (UIP) se encargarán de proteger el sistema. A mí me encontraréis por las inmediaciones del Congreso. Siempre enfrente de ellos, desobedeciendo civil y pacíficamente.
El Kaleidoskopio de Gabalaui KdG 