O eso parece.
(EFE)
En algunas ocasiones idiota en la acepción 2. adj. Engreído sin fundamento para ello y en otras en la 3. adj. coloq. Tonto, corto de entendimiento, según la RAE que limpia y da esplendor. Mariano Rajoy Brey, el de los hilitos del Prestige, ha sido un todoterreno de la política, el chico para todo. Ministro de Administraciones Públicas, Ministro de Educación y Cultura, Ministro de Interior, Vicepresidente Primero, Ministro de la Presidencia y portavoz del gobierno durante las legislaturas del que hablaba español con acento tejano. Después de dos intentos por ser presidente de España ha tenido que esperar a la debacle del actual presidente, prácticamente sin moverse de la butaca y sin más mérito que la más que probable desbandada de los votantes del PSOE, para aspirar seriamente a la presidencia. Y sus cotas son altas, tan altas como las propias de un idiota que mira el dedo que señala a la luna. Este gallego con barbas nos promete que va a situar a España en la primera división europea junto a Francia y Alemania, el lugar que se merece una España de tan ilustre pasado. No sabe lo que le espera. Los que no le votamos, ni hartos de vino, sí sabemos de qué pie cojea el galleguiño. Estos son los ideales de un Rajoy con 28 añitos:
No tiene desperdicio.
Rajoy: «Del Prestige salen unos pequeños hilitos» (5/6/2002)
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El Kaleidoskopio de Gabalaui KdG 