Las mentiras de Nicolás Maduro y sus correligionarios

Voy a explicar por qué no me creo la versión que Nicolás Maduro y su gobierno defienden desde el 12F. El diario Últimas Noticias publicó el 16F un reportaje en el que desvelaba que funcionarios del Sebin y civiles armados dispararon contra manifestantes. Como resultado de los disparos murieron el estudiante Bassil Dacosta y el chavista Juan Montoya. Pero ¿qué pasó en esos cinco días desde que se produjeron los hechos hasta que se conoció quiénes estaban implicados en las muertes?

Primer día 12F

El presidente Maduro durante la conmemoración del bicentenario del Día de la Juventud aseguró que los “fascistas, lacayos” promueven la intolerancia y el odio. Además se preguntó  si “¿Creen que en la mente de un patriota, de un chavista, pasaría algún día agredir a los hijos de una persona por sus ideas políticas de oposición”? Dijo, a su vez, que “hice un llamado a todos los alcaldes y gobernadores del país a no caer en provocaciones y a no responder a los violentos con violencia”Un poco más tarde, funcionarios del estado asesinaron a dos personas, Bassil Dacosta y Juan Montoya. Junto a una narrativa agresiva trufada de fascistas, violentos, intolerancia, odio y lacayos, en referencia a aquellos que se manifestaban, hablaba también de amor, amistad, coraje y valentía.

Poco tiempo después de la muerte del chavista Juan Montoya, líder de los colectivos del 23 de enero, Diosdado Cabello, denunció que la violencia desatada por grupos fascistas de la derecha nacional ocasionó la muerte de Montoya. No había pruebas ni se conocía la autoría del asesinato pero Cabello en menos de 1 hora ya había encontrado a los autores. La muerte se produjo entre las 15:13h y las 16:00h y Cabello ya culpaba a los fascistas. Hay que señalar que este señor es el presidente de la Asamblea Nacional (AN) y su ascendente entre los chavistas es notorio por lo que sus palabras tienen especial peso e influencia. Estas son algunas frases de su discurso, que recogió Aporrea:

«Son asesinos, son fascistas y después de van a esconder, no dan la cara nunca».

“El fascismo no perdona (…) Es la viva batalla, pedimos esto compañeros del 23 de Enero, que tengan fe en nosotros”. 

«No van a llevar este país, y si quieren quemar este país lo van a tener que quemar con nosotros adentro, irresponsables».

“Leopoldo López y María Machado son responsables de los que está ocurriendo, el pueblo de Venezuela les queda grande y nunca van a gobernar este país (…) Todo el peso de la ley debe caerle a los responsables, ellos solo tiene un objetivo: apoderarse de la patria (…) Unidad cívico militar es garantía de la revolución bolivariana, el pueblo en la calle organizado, sin anarquía”.

“Fascistas, asesinos, y después hablan de diálogo».

«Fue asesinado vilmente por el fascismo».

«Una provocación de la derecha»

«¿Hasta cuándo el fascismo? ¿hasta cuándo estos asesinos fascistas que llamaron a la violencia? ¿hasta cuándo nosotros vamos a seguir poniendo los muertos? Son asesinos, son fascistas y después se van a esconder bajo las faldas del imperio norteamericano, no dan la cara nunca»

«A este compañero lo estaban cazando y no tenemos ninguna duda«.

Como se puede comprobar fascismo es la palabra más repetida, después asesinos. Los responsables ya estaban señalados: Leopoldo López y María Machado. Dos oportunistas de la derecha venezolana, que querían aprovecharse de las movilizaciones estudiantiles, fueron declarados culpables por el presidente de la Asamblea Nacional, sin pruebas, sin investigación, sin juicio. Los manifestantes ya estaban criminalizados para las bases chavistas: eran fascistas, asesinos, cazadores que quieren quemar y apoderarse de la patria. Todo esto, evidentemente, se lo estaba inventando aunque en su discurso dijera que no tenían ninguna duda. Estamos todavía en el día 12F pero el gobierno ya había pergeñado lo que sería la narrativa sobre las protestas en Venezuela.

Diosdado Cabello no es lo que se diría un político muy responsable. Días después acusó al asesinado, Alejandro Márquez, de ser un paramilitar, que quería matar al presidente Maduro, enseñando fotos de esta persona vestido de camuflaje y empuñando un arma de…airsoft. Sus compañeros de juego también fueron señalados como paramilitares e incluso les acusó de cargarse al fallecido por no haber cumplido su misión magnicida. Sería de comedia sino fuera un asunto serio. Hasta el momento, que tenga constancia, no ha rectificado.

Siguiendo con las declaraciones del día 12F, el canciller de la República Bolivariana de Venezuela, Elías Jaua, también prejuzgó a los responsables de las muertes y heridos en las protestas acusando «vía twitter» a Leopoldo López:

“Leopoldo López responsable intelectual de la muerte y heridos en Caracas. El Estado no tiene más excusas para castigar a este asesino!”

Jesse Chacón, ministro del Poder Popular para la Energía Eléctrica, también dijo:

“fue cegada la vida de Juancho, miembro de nuestros colectivos, por una bala fascista. Ellos son la violencia, nosotros la paz… pero tu muerte Juancho no será en vano, la humanidad ganará!”

Miguel Rodríguez Torres (@RodriguezT_MIJP), ministro para las Relaciones Interiores, Justicia y Paz, en su twitter:

«Quedó demostrada la naturaleza violenta de un sector de la oposición. Lamentable su actitud y más lamentable la pérdida de vidas humanas».

Sin pruebas, sin investigación y sin juicio, miembros del gobierno habían dictado sentencia. Una bala fascista, Leopoldo López, la violencia de la oposición…pero no, no fueron ellos los que causaron las muertes del 12F.

El presidente Maduro afirmó que manejaba información de autores materiales directos de la violencia así como de autores intelectuales de las acciones delictivas pero a tenor de sus declaraciones y de lo que se conoció días después es evidente que no tenía ni idea [o sí, y lo ocultó]. Ya habían pasado al menos cinco horas de la muerte de Bassil Dacosta y se podría suponer que fuerzas policiales de un país como Venezuela ya tendrían una idea de quién estaba detrás de los asesinatos por lo que podríamos preguntarnos ¿mintió Maduro? 

Maduro empezó a marcar la senda a seguir, que se convertiría en la piedra angular de la que se desgajarían todos los argumentos dirigidos a la criminalización de los manifestantes y la justificación de la represión liderada por fuerzas policiales y civiles. Comenzó a equiparar lo sucedido en las calles de Caracas con el 11 de abril de 2002 e introdujo la posibilidad de que hubieran actuado francotiradores, como aquel día. En su discurso procuró transmitir la firmeza del gobierno ante los hechos violentos y los causantes de los mismos pero también elaboró el marco interpretativo para que las bases chavistas e izquierdistas ingenuos leyeran los acontecimientos en la ciudad Caracas y en otros estados del país: violencia fascista y golpista. También habló de grupos entrenados, de muerte y sangre. Ah sí y de…paz y justicia. El presidente dijo que el 12F se activó un plan como el del 11 de abril de 2002:


Al final uno de los pequeños grupos fascistas que tenían identificados en vídeos y fotografías estaba integrado por funcionarios del Sebin y civiles armados, pero esto no lo dijo.

Maduro avisa: «Un golpe de estado en marcha». El relato ya tenía todos sus ingredientes. Un antecedente, el golpe del 11 de abril, una oposición violenta y fascista, la injerencia extranjera, personalizada en Colombia y los Estados Unidos, a la que se une el componente antiimperialista, un gobierno revolucionario, víctima de constantes ataques para su derrocamiento. ¿Qué izquierdista no compraría este relato? Revolución frente a imperialismo. Derecha fascista frente a la izquierda revolucionaria. Violencia de la oposición frente a paz y justicia. Los buenos frente a los malos. El bien contra el mal. El cuento de toda la vida. El de la Guerra de las Galaxias y el Señor de los Anillos.

Como anécdota decir que el periodista español Pascual Serrano difundió la versión de los francotiradores aunque esta se había desmentido semanas antes por la detención de los funcionarios del Sebin presuntamente autores de las muertes. Al igual que las mentiras de Diosdado Cabello, Serrano tampoco ha rectificado su información claramente falsa y fácilmente contrastable. Parece que rectificar no es revolucionario.

Medios afines, como Aporrea.org, de forma paralela a las declaraciones del gobierno, empezaron a mostrar imágenes y a publicar noticias sobre la violencia de los manifestantes: 


Todas estas noticias provienen de Aporrea.org, una agencia de noticias que, a su vez, difunde noticas de YVKE Mundial, Agencia Venezolana de Noticias, RT, Tele Sur, Panorama-Agencias, La Iguana TV y otros medios afines a la Venezuela bolivariana. Aporrea, básicamente, divulga noticias y opiniones que fortalecen el proceso transformador que supuestamente se vive en Venezuela. Si se lee en su web el apartado de Nosotros, se podrá comprobar que no existe el compromiso por la veracidad de las noticias que difunden. Su compromiso es con la revolución.

A pesar de que se declaran independientes de cualquier fracción o partido político, intereses privados o instituciones del Estado, un simple seguimiento superficial lo desmiente. Su información es sesgada y son un órgano del gobierno dirigido a difundir propaganda gubernamental. En relación a las protestas del 22F, difundió noticias siguiendo los parámetros marcados por el gobierno: violencia fascista y grupos violentos opositores. Además, deslizan noticias en las que los manifestantes aparecen como violentos, comprados por la derecha para generar violencia, con la implicación del gobierno de Colombia y la intoxicación informativa de cadenas como la CNN y el canal NTN24. 

Se colocan en agua hirviendo todos los ingredientes necesarios para crear un relato fácilmente vendible a los chavistas e ingenuos izquierdistas del resto del mundo, deseosos de comprar una historia de batallas revolucionarias contra el fascismo. 

En las redes sociales se inició la batalla de la propaganda que junto con la propaganda gubernamental y la de la oposición fanática venezolana, más la de los medios de desinformación, colaboran, por una parte, a mantener en la ignorancia a los que se interesen por la realidad venezolana y, por otra, a favorecer la polarización: ante la ausencia de información veraz, se opta por la cercanía ideológica.

Las noticias de este día se pueden leer en este enlace: Archivo de noticias y opiniones publicadas el 12 de Febrero de 2014.

Segundo día 13F

Continúan las declaraciones de los ministros. Delcy Rodríguez, ministra para la Comunicación y la Información, siguió culpando de las muertes a la violencia opositora y al derechista Leopoldo López de promotor y voz del nazi fascismo. 

El relato ya era claro. Esto es una lucha contra el fascismo y este no pasará.


Aporrea publica un manifiesto de la cadena nacional de medios comunitarios en rechazo al fascismo y a la violencia opositora en el que se afirma que la oposición salió a asesinar al pueblo, a incendiar Venezuela y pide que se aplique todo el peso de la Ley a los asesinos del pueblo que después de cometer sus crímenes andan tranquilos como que si nada ha pasado. Los medios afines compran el relato del gobierno sin crítica ni cuestionamiento alguno.

Aparecen más comunicados en los que se sigue culpando a la oposición de las muertes con la retórica revolucionaria de defensa de la Venezuela bolivariana.

También aparecen acusaciones de represión de las fuerzas policiales que Aporrea se encarga de etiquetar como manipulación informativa. Cualquier crítica es fácilmente neutralizada desde la acusación de manipulación. Ni se investiga ni se contrasta. Directamente se niega, lo cual es comprado acríticamente por los creyentes de la revolución bolivariana. No podemos olvidar que el gobierno y los medios que actúan como sus voceros conocen este hecho y lo utilizan para acallar las críticas reales. Hubo represión como se comprobó días más tarde.

Las palabras del presidente maduro el 12F seguían resonando en los medios:

«Estamos enfrentando un golpe de Estado en Venezuela en desarrollo y la Revolución Bolivariana va a triunfar por el camino de la Constitución, de las leyes y habrá paz en Venezuela»

Jorge Rodríguez, alcalde del municipio Libertador de Caracas, se hizo eco de las palabras de su presidente y equiparó lo sucedido al golpe de estado el 11 de abril con la diferencia de que ahora hay un expediente mucho más violento. No sería el único. El gobernador del estado de Carabobo, Francisco Ameliach, dijo vía twitter que “está en desarrollo un golpe de Estado. Las Ubch y el Poder Popular deben estar alerta pero no caer en provocaciones. ¡Queremos la paz!”. El canciller, Elías Jaua, denunció que se estaba repitiendo el esquema del golpe de estado del 11 de abrilMinistros, medios afines y chavistas difundieron acríticamente la existencia de un golpe de estado. 

Además se desarrolló una teoría de la conspiración a raíz de unas conversaciones entre el jefe de la Casa Militar durante el gobierno de Carlos Andrés Pérez, Ivan Carratú Molina, y el ex embajador venezolano en Colombia, Fernando Gerbasi, en las que hablaban de que se iban a producir muertos. El problema de esta versión está en que los muertos los pusieron encima de la mesa las fuerzas policiales y los civiles armados. Aunque posteriormente, una vez conocida la autoría, Maduro dio una vuelta de tuerca para salvar la cara de su policía echando mano de la teoría de las manzanas podridas. 

En este día se emite la Orden de captura de Leopoldo López, a instancias del Ministerio Público, por los siguientes delitos: asociación para delinquir, instigación a delinquir, intimidación pública, incendio a edificio público, daños a la propiedad pública, lesiones graves, homicidio y terrorismo. Evidentemente este derechista no era presunto sino culpable a todas luces: violento fascista, nazi y asesino. Ya estaba condenado antes de que fuera detenido por los chavistas y el gobierno.  El alcalde de Caracas también se encargó de condenarle con antelación «Leopoldo ha viajado por todo país distribuyendo dinero y girando instrucciones sobre cómo se debían desarrollar la violencia contra el gobierno constitucional». Ya estaba sentenciado. Ahora, tengamos en cuenta que se le acusa de homicidio pero, en el momento en el que se redacta esta Orden, los muertos son responsabilidad de la policía.

También se empieza a aludir a los manifestantes como pacíficos entrecomillados. Las protestas en Caracas se habían desarrollado de forma pacífica, exceptuando la acción de un grupo minoritario enfrentado con la policía, pero los medios de comunicación afines comienzan a catalogar a los manifestantes en general como violentos, ofreciendo imágenes de los disturbios  y noticias que pretendían dejar clara su naturaleza violenta. La cobertura de las acciones pacíficas es mínima o se ventila con una frase. Es la criminalización habitual de los que protestan, sin diferencia alguna con, por ejemplo, los medios españoles que criminalizan las protestas en el estado español. 

El periodista Hernan Canorea, en su programa Cantar de Gallos de Venezolana Televisiónrepasó los actos violentos promovidos por sectores de la oposición. Denominar a los manifestantes como oposición no es baladí. La oposición de la derecha en Venezuela está asociada a golpismo y fascismo por lo que equipararlos a los manifestantes es una manera simple de criminalizarlos y de vincularlos con la derecha golpista, que tristemente estuvo detrás del golpe de estado de 2002. Canorea no mencionó la represión policial pero sí caracterizó a los manifestantes como fascistas, violentos y locos. Acusó de complicidad de los medios de comunicación y financiación exterior pero no ofreció ninguna prueba. Simplemente esto es un dogma de fe que cree cualquier chavista por lo que no es necesario investigar y contrastar lo que no es más que una sospecha. El periodista actuó como vocero de los argumentos del gobierno sin crítica alguna y dio por hecho la existencia de un golpe de estado acusando a Antonio Ledesma, María Corina Machado y Leopoldo López. ¿Por qué? Porque lo dijo el gobierno. Evidentemente esto no es periodismo.

En el programa se hizo un repaso de la prensa nacional. El diario Ciudad CCS tituló en primera página que Plan similar al del 11-A deja 3 muertos y 23 heridos. El Correo del Orinoco tituló que El presidente Maduro denunció que la oposición activó plan para repetir el 11-A. El diario VEA tituló que Mañana lanzarán plan de pacificación. Este último titular ejemplifica otra de las líneas argumentales de la narrativa gubernamenal: equiparar al gobierno con la paz en contraposición a la violencia de los manifestantes/oposición. Y, por último, el diario Últimas Noticias, tituló «Enfrentamos un golpe de estado«. Este diario fue el que días después desveló que las muertes atribuídas a los manifestantes fueron producto de la represión estatal.

Aporrea se hace eco de las noticas del Correo del Orinoco y Venezolana Televisión en las que se muestra la actitud pacífica de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) ante opositor que violenta el cerco policial durante las protestas no pacíficas. No solo se remarca el carácter no pacífico de las protestas sino que se contrapone la actitud pacífica de la policía. Todavía ningún medio había denunciado la represión estatal del 12F. Habría que preguntarse en este momento, ¿estos medios desconocían lo sucedido alrededor de la muerte de Dacosta y Montoya?.

Se puede decir que Luisa Ortega Díaz, Fiscal General de la República, fue la única que incluyó la mesura y responsabilidad en sus declaraciones sobre los hechos violentos sucedidos en el 12F. Sin juicios de valor ni acusaciones infundadas, la fiscal apostó por la investigación de los hechos:

“En el caso de los tres fallecidos y lesionados vamos a determinar las responsabilidades de los autores intelectuales y materiales (…) Desde el Ministerio Público vamos hacer todos los esfuerzos por mantener la paz, por hacer justicia, y pedir las sanciones para los responsables de estos hechos.”

El relato gubernamental, trufado de ingredientes que cada uno por si solo movilizaría emocionalmente a cualquier persona de izquierdas (antiimperialismo, lucha contra el fascismo o defensa de la revolución ante el ataque de la ultraderecha), ya estaba dando sus frutos fuera de las fronteras venezolanas. Los primeros creyentes se solidarizaban con la Venezuela bolivariana dando por hecho, acríticamente, que lo que el gobierno venezolano había contado era cierto: «…asesinan a militantes populares, como es el caso del líder comunitario Juan Montoya del barrio 23 de Enero».

En cuanto al respaldo de gobiernos nacionales, Ecuador, Cuba y Argentina tampoco dudaron en expresar su apoyo.

Las noticias de este día se pueden leer en este enlace: Archivo de noticias y opiniones publicadas el 13 de Febrero de 2014.

Tercer día 14F

El presidente Maduro confirmó que las dos personas que fallecieron el miércoles 12 de febrero fueron asesinadas con la misma pistola. Añadió que los responsables ya habían sido identificados mediante vídeos y fotografías pero no mencionó que eran funcionarios del estado sino que siguió con la retórica de lucha contra el fascismo. Además les lanzó un mensaje: 

«Le digo a estos prófugos fascistas: entréguense, ustedes son responsables de la violencia”.

También hizo referencia a la salida del aire del canal internacional de noticias NTN24 como una decisión de estado por promover un golpe de estado como en 2002 pero ¿cómo se puede promover un golpe inexistente? ¿Cómo se puede promover un golpe basado en la violencia del 12F en el que funcionarios del estado asesinaron a al menos dos personas? ¿Cuál es la responsabilidad del gobierno en la escalada de violencia que se produjo en las siguientes semanas? Maduro tendría una respuesta a cada una de estas preguntas: el golpe de estado es inequívoco y el gobierno venezolano solo quiere y busca la paz.

Además mostró imágenes en las que se evidenciaron los destrozos y las agresiones que cometieron los grupos violentos. Lo que resulta curioso es que el presidente del país no tuviera ya en su poder las imágenes en las que funcionarios del Sebin y civiles armados disparaban contra manifestantes. ¿Dos días después de los asesinatos no tenían las imágenes? ¿En qué religión hay que creer para creerse esto? 

El presidente Maduro llamaba a la paz y, en paralelo, seguía equiparando a los manifestantes con fascistas y violentos y animaba a sus seguidores a manifestarse contra la violencia, el fascismo y el golpismo. Ya sabemos que el gobierno se asocia a otros términos más positivos: paz, convivencia, democracia y socialismo.

Anunció también unas medidas muy curiosas sobre el fascismo:

«cualquier acto de hostigamiento, violencia, expresión de odio o intolerancia contra familias chavistas, por parte de grupos fascistas, solamente por su postura política, será castigado severamente»

Y digo curiosas porque lo contrario no se aplica lo cual no deja de tener un elemento fascistoide. Desde el gobierno se criminaliza y sataniza posturas políticas contrarias a las oficialistas que son calificadas rápidamente como fascistas. Y ya lo deja claro, el fascismo se derrota con las masas en la calle. ¿Estaba animando a sus seguidores a salir a las calles y enfrentarse contra los que el gobierno califica como fascistas? ¿Era y es consciente este gobierno del riesgo de los etiquetajes políticos? ¿Era y es consciente este gobierno del riesgo de animar a sus correligionarios a «derrotar al fascismo» en las calles? ¿Era y es consciente del poder de las palabras?

Por lo demás todos sigue igual. Los medios de comunicación afines y los chavistas siguen difundiendo noticias sobre la violencia de los manifestantes. Reconocidas chavistas como Eva Golinger, que destaca por la ausencia de cuestionamiento y crítica, repiten el relato del gobierno de manera automática: «es el manual exacto del 11 de abril de 2002″.

Durante este viernes 14F, se produjo el entierro de Juancho Montoya, uno de los asesinados el 12F y miembro de diferentes colectivos de la parroquia 23 de Enero. La versión del gobierno seguía imperando a pesar de la ausencia de pruebas. Era fácil y lógico creer que fue asesinado por contrarios.

En este vídeo un testigo relata los momentos previos al asesinato de Montoya:


El testigo escuchó disparos «de todos los lados». Vio caer a Montoya y después a una persona «seguramente de la oposición» que tumbado en el suelo les disparó con un arma larga. También reconoce que ellos respondieron al ataque. La noticia que acompaña al vídeo no tiene tantas dudas:

«…por las balas asesinas de la derecha fascista, bandas armadas, evidentemente entrenadas para hacer daño».

Como anécdota, en una de las noticias del Correo de Orinoco que difunde Aporrea se incluye una error de redacción un poco indiscreto. ¿Les traicionó el inconsciente?:

«…el Jefe de Estado advirtió que existe una gran manipulación de agencias internacionales que pretenden vincular los hechos violentos ocurridos con el golpe de estado del 11 de abril de 2002».

¿Quiénes pretenden vincular los hechos violentos con el golpe de estado del 11 de abril? ¿El gobierno o las agencias internacionales?

Las noticias de este día se pueden leer en este enlace: Archivo de noticias y opiniones publicadas el 14 de Febrero de 2014.

Cuarto día 15F

En este cuarto día, con un supuesto golpe de estado en desarrollo, sorprende el gesto relajado de los miembros del gobierno venezolano que se puede observar en sus intervenciones televisivas y fotografías de aquellos días.

Los miembros del gobierno continuaron prejuzgando a los que consideraban responsables de los hechos. Ernesto Villegas, ministro de Estado para la Transformación Revolucionaria de la Gran Caracas, consideraba a Leopoldo López terrorista, fascista y enfermo de odio. ¿Para qué esperar a lo que diga un juez? Además, si el presidente lo hace ¿por qué no lo iba a hacer un simple ministro? Maduro le llamó cobarde y fascista:

“Una vez que el fascista mandó a estos muchachitos violentos entrenados por él a destruir la Fiscalía y destruir media Caracas, fue a esconderse es un cobardón como todos los fascistas es un cobarde”.

¿Son estas las declaraciones responsables de un jefe de estado? Aún así, seguía sin decir nada de los responsables reales de los asesinatos del 12F y, por añadidura, de la responsabilidad del gobierno en la represión. Lo que sí hacía era construir la teoría del golpe acusando de nuevo a Colombia, en concreto a su expresidente Álvaro Uribe, de financiar los hechos violentos y utilizar un medio de comunicación, la defenestrada NTN24, para desestabilizar al país como ocurrió…sí, es fácil de adivinar…el 11 de abril de 2002. Me ahorraré decir lo que me parece utilizar un golpe de estado real para ocultar la desastrosa gestión política y policial de las protestas venezolanas.

Se liberaron a doce de los detenidos el 12F. Aporrea no tuvo ningún reparo en publicar sus nombres a pesar de la criminalización que se estaba haciendo contra los manifestantes.

Las noticias de este día se pueden leer en este enlace: Archivo de noticias y opiniones publicadas el 15 de Febrero de 2014.

Quinto día 16F

El diario Últimas Noticias publicó un reportaje con vídeos y fotos que mostraban a uniformados y civiles que llegaban en vehículos oficiales y abrían fuego sobre la marcha estudiantil. Tuvimos que llegar al quinto día para que un medio de comunicación explicara lo que ocurrió aquel fatídico miércoles y se observara cómo Bassil Dacosta caía asesinado por los disparos de funcionarios del gobierno. No fueron la turba fascista, ni los violentos manifestantes, ni el cobarde de Leopoldo López, ni el conspirador Álvaro Uribe ni el demonio imperialista estadounidense quiénes apretaron el gatillo sino policías del gobierno venezolano y civiles armados que actuaban en colaboración con la policía. Cinco días en los que los venezolanos habían escuchado a sus gobernantes hablar de fascismo y violencia de los manifestantes para acabar siendo el propio gobierno, a través de la actuación de sus fuerzas policiales, los que asesinaron.

A estas alturas el chavismo y sus solidarios amigos internacionales entonaban al unísono la existencia de un golpe de estado y clamaban contra las acusaciones de represión y violación de derechos humanos. El proceso era imparable y ninguna noticia como esta iba a propiciar un paso atrás en el relato construido desde el gobierno. Cualquier cuestionamiento sobre lo que decían que había sucedido podía implicar acusaciones de fascista o de hacer el juego a la derecha venezolana y al imperialismo.

Aporrea hizo mutis por el foro y no informó del reportaje de Últimas Noticias:

Archivo de noticias y opiniones publicadas el 16 de Febrero de 2014.
Archivo de noticias y opiniones publicadas el 17 de Febrero de 2014.
Archivo de noticias y opiniones publicadas el 18 de Febrero de 2014.

Pero sí se atrevió a llamar manipuladores a Últimas noticias por llamar vecinos a unas personas que quemaban cauchos en vez de llamarlos infiltrados o estudiantes.

El martes 18F, dos días después de la publicación del reportaje, el presidente Maduro destituyó a director general del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin). Primera víctima política de lo sucedido el 12F.

Hasta el viernes 21F, Aporrea no menciona lo sucedido y lo hace de una manera positiva para el presidente Nicolás Maduro: “No protejo a nadie que dispare a manifestaciones» Presidente Maduro anuncia detención de funcionarios.

Maduro encontró una excusa con pretensión de protegerle de las acusaciones de represión: los funcionarios que dispararon a los manifestantes desobedecieron órdenes.

“Pedí que nadie saliera a la calle, y menos con armas. Y salieron con armas. Ah, se parece mucho al formato del golpe de Estado (de 2002). Yo estoy investigando todo eso, y si llegaran a aparecer elementos se lo diría a mi patria y a todos ustedes, que hay conspiradores dentro del gobierno o ha sido comprado algún funcionario. Se lo diría al país con cuatro pares de voluntades que tengo. Lo diría y diría los nombres de los complotados. Yo estoy investigando”.

Ya está investigando aunque es poco creíble que el presidente de gobierno no supiera desde el minuto uno que el lunes 12F unos funcionarios supuestamente desobedecieron órdenes. O eso o no se entera de nada, que va a ser que no. ¿Qué hubiera pasado si el diario Últimas noticas, cercano al chavismo, no hubiera informado sobre lo ocurrido? ¿Se hubiera detenido a los responsables o se les hubiera condecorado? ¿Se hubiera despedido al director del Sebin? Lo que parece es que el gobierno ocultó una información hasta que salió a la luz y no tuvo más remedio de hacer algo. Lo que no cambió fue su campaña criminalizadora ni su vocación victimista ante los ojos del mundo. 

Esta es mi opinión: el gobierno venezolano mintió. Construyó un relato demonizador de las protestas y de los protestantes mientras los reprimía y culpó exclusivamente a los manifestantes de la violencia mientras la instigaba. Manipuló emocionalmente a los chavistas y simpatizantes de la Venezuela bolivariana desde el enmarcado de los hechos como golpe de estado y agresión fascista. No aportó prueba alguna de la financiación extranjera y de la planificación de los hechos violentos ni de ninguna de las acusaciones que sustentaban su golpe de estado inexistente. Utilizó a sus medios afines para difundir la mentira con el objeto de conseguir la solidaridad bienintencionada e ingenua, basada en dogmas de fe, de la supuestamente crítica izquierda internacional. Nada de esto es revolucionario. Si personajes como Nicolás Maduro o Diosdado Cabello, entre otros muchos, son los máximos exponentes de la Venezuela bolivariana solo cabe concluir con que esa revolución es una farsa. El gobierno venezolano ha actuado igual que cualquier otra pseudodemocracia burguesa. Ha utilizado el aparato represivo del estado para acallar la crítica y, repito, nada, nada de eso es revolucionario. Está más visto que el tebeo.

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