En la «complicada agenda» de Mariano Rajoy tiene cabida ir a un partido de fútbol pero no acudir al Parlamento español a dar explicaciones sobre el rescate/fraude. Pueden debatir sobre la estupidez del «ultraje a España» en acontecimientos deportivos y no sobre lo importante. Esta es la medida de la «democracia» del presidente y del Partido Popular. Las actitudes, comportamientos y declaraciones del gobierno del PP son indignantes e intolerables en un estado que se quiera llamar democrático. Actúan como si fuera un cortijo, donde pueden hacer y decir lo que quieran, mentir, falsear y ocultar sin que tenga ninguna consecuencia, despreciar a la oposición y ningunear a los españoles, incluidos aquellos que les han votado y que repiten como tristes papagayos las mentiras del gobierno. No es que el PP se haya convertido en estos meses en el partido de la mentira y el engaño. Ya lo eran antes. Ya nos mintieron sobre la Guerra de Irak y sobre el 11M. Ya sabíamos de su capacidad para la gestión de catástrofes como el YAK-42 o el Prestige y, a pesar de todo, millones de españoles votaron al presidente de los hilitos de plastilina. En el estado español no solo tenemos un problema con un rescate/fraude que asfixiará económica y socialmente a los ciudadanos, además del probable segundo rescate/fraude que pronosticaba ayer The New York Times, sino también un problema con estos falsos políticos y sus criminales políticas de austeridad. No solo son irresponsables, cínicos, mentirosos, arrogantes, farsantes, soberbios, orgullosos, trileros, petulantes, hipócritas y timadores sino también delincuentes indiferentes al daño que, conscientemente, provocan y a van a provocar en la sociedad. Desde sus torres de cristal todos somos hormigas. Este gobierno solo puede hacer una cosa: dimitir. ¡Rajoy dimisión!
El Kaleidoskopio de Gabalaui KdG 