Ya lo dijo Rajoy hace menos de dos semanas: «No va a haber ningún rescate con fondos europeos a la banca española» y teniendo en cuenta que a principios de mayo dijo que «haré cualquier cosa aunque no me guste y haya dicho que no lo voy a hacer» pues queda todo claro. Hay rescate. Pero al igual que las declaraciones de Rajoy no son creíbles tampoco lo son las palabras que utiliza para referirse a la situación por la que atraviesa el estado español. No es un rescate sino un expolio. El estado hipotecado y el estado de medioestar herido de muerte. Han engañado a los ciudadanos una y otra vez, aplicando medidas que han evitado la recuperación y el crecimiento económico pero que suponen la erosión constante de los servicios públicos, la sanidad y la educación. Han llegado a culpar a los ciudadanos, acusándolos de haber vivido por encima de sus posibilidades lo cual es otra más de las miserables mentiras que han contado a la ciudadanía. Han engañado, prevaricado y delinquido una y otra vez provocando la verdadera crisis, la que afecta a las familias, a los desahuciados, a los desempleados, a los estudiantes, al pueblo en general. No existe más crisis que esta. Lo otro es un fraude, un timo, un engaño lamentable, del que son responsables todos aquellos que han participado en la engañifa. Desde los tontos útiles que berreaban en las televisiones o escribían en los periódicos las consignas gubernamentales hasta los poderes económicos, financieros y empresariales de este estado. Y por supuesto, los políticos que han tenido responsabilidades de gobierno así como los dirigentes de los grandes partidos nacionales. Sin olvidarnos de los delincuentes del gobierno alemán, holandés, finlandés y demás gobiernos que forman parte del Eurogrupo así como de la Comisión Europea, el Banco Central Europeo o el Fondo Monetario Internacional. No habrá justicia si no pagan penalmente por lo que han hecho y están haciendo.
Estos son algunos de los delincuentes: