La estrategia de los medios de comunicación de la extrema derecha es tan burda como eficaz. Saben que juegan en casa, con todo a favor, y no les importa cuidar las formas. Tienen a sus seguidores ganados para la causa y se creen cualquier cosa así que para qué andarse con remilgos. Y los árbitros, ya sabemos que son muy caseros. En relación a las huelgas generales, no pueden reprimir el desprecio por el ejercicio de este derecho por parte de los trabajadores ni la animadversión genética hacia los movimientos sociales y sindicales. No se cansarán de difundir infundios ni de desacreditar. Se burlarán y mirarán por encima del hombro, como si los trabajadores fueran niños chicos. Serán capaces de acusarles de los peores crímenes, incluida la traición a la patria, y se atreverán incluso con anticipar el fracaso de la participación, aunque la realidad sea tercamente contraria a sus vaticinios. Aprovecharán cualquier crítica que se haga para meter el dedo en la llaga. Hurgaran dentro de cualquier herida para provocar la muerte definitiva de lo que tanto odian. No habrá nada que les pare, jaleados por los hooligans que escriben en sus medios o deciden sus estrategias. La próxima huelga general del 29 de marzo ya tiene sus titulares en la imprenta. Ha fracasado. La derecha ya nos da por muertos por mucho que respiremos ruidosamente.
Lo que quieren es que no participes…desactivándote