Fernando Reinares finaliza su artículo de El País, ¿Qué tuvieron en común el 11S y el 11M?, diciendo lo siguiente:
«Eso sí, lo que el 11-S y el 11-M no tuvieron en común fue su impacto político y social. Mientras que los estadounidenses se unieron, los españoles nos dividimos, cayendo incluso en la transferencia de culpabilidad que los terroristas siempre buscan con sus atentados. Sobrecoge que esta división exista entre las propias víctimas del 11-M. Ello invita a mirar con admiración a las instituciones y a la sociedad civil norteamericana, por su cohesionada resiliencia frente al terrorismo tras el 11-S.«
Bueno, pues no estoy de acuerdo con que los españoles nos dividimos. No creo que esta afirmación sirva para describir lo que ha ocurrido en estos últimos 8 años pero sí para ocultar la responsabilidad política del Partido Popular. No, los españoles no nos dividimos, los españoles nos manifestamos multitudinariamente, sin fisuras, contra el atentado cometido el 11M, dimos un ejemplo de solidaridad y de unión frente a esta tragedia en oposición a la cúpula dirigente del Partido Popular que ocultó, mintió y manipuló la información. Llegaron a dejar caer que el partido en la oposición, en aquel momento, estaba (y está) detrás de los atentados, que fueron los máximos beneficiarios y que tenían (y tienen) interés en ocultar que ETA estaba detrás de los atentados. Y en esas están 8 años después. El Partido Popular, junto con los medios de comunicación donde tienen influencia o, directamente, controlan, ha vendido una historia inventada sobre la autoría del 11M, y una vez conseguido de nuevo el poder, se ha utilizado para que el fiscal del estado decida volver a investigar una chatarra que no va a aportar nada sino alimentar la infamia de su relato. No, los españoles no nos dividimos sino que el Partido Popular buscó intencionadamente la división, utilizando todo su poder mediático y su numerosa base electoral para ocultar su gestión del atentado, que hubiera debido servir para que ninguno de esos dirigentes populares hubieran podido haber tenido nunca más un puesto de responsabilidad en las instituciones del estado. La división actual entre las organizaciones de víctimas del 11M tiene una naturaleza política y un único responsable, que Fernando Reinares hubiera debido remarcar y denunciar, el Partido Popular.
El gobierno de Estados Unidos de George Bush, buen amigo de José María Aznar, hizo algo igualmente infame. Utilizó la tragedia para manipular a la opinión pública, con esa burda guerra contra el terrorismo que ha arruinado países y cientos de miles de vidas. Mintió, al igual que el Partido Popular, culpando a Saddam Hussein de financiar el terrorismo, lo cual nunca ha podido ser probado, e inició una guerra ilegal que destrozó a un país y mató a miles de personas. Y en Afghanistan, allí siguen. Eso sí, a diferencia de los españoles, una amplia mayoría de los estadounidenses se creyeron las mentiras que contó su gobierno y apoyó las guerras injustas e ilegales. Evidentemente, no puedo mirar con admiración a esa parte de la sociedad civil estadounidense que permitió que su país aplicara el ojo por ojo y el diente por diente, la ley del talión, sobre los pueblos de aquellos países que el dedo del césar decidió que eran culpables. Afortunadamente, la mayoría de la población española apoyó la retirada de las tropas de Iraq, que de forma tan tramposa y sin la aprobación de la ciudadanía decidió el gobierno popular del presidente Aznar. Las tropas no solo se retiraron por estar en el programa electoral del PSOE sino porque había una mayoría abrumadora de españoles que no apoyaban esa guerra ilegal. Esto sí es digno de admirar. El compromiso de un país con la paz y el rechazo al revanchismo inútil.
El Kaleidoskopio de Gabalaui KdG 