Igual se cree Cifuentes y el partido fascista al que pertenece que pueden hacer lo que quieran sin que los ciudadanos reaccionen. Les gustaría que fuéramos robots, programados para mover la cabeza de arriba a abajo, dóciles y obedientes, y cuando se dan cuenta que la realidad no es como quieren, que hay ciudadanos que levantan la voz y piensan de forma diferente, que creen que otro mundo y otro sistema es posible, envían a los mamporreros a repartir estopa, como se suele decir, indiscriminadamente, haciendo pedagogía de la violencia como símbolo del sistema que defienden. No quieren que nos salgamos del camino pero están apañados.
Estopa en el centro de Madrid
Vía @perdidiya
Youtube de crisisinmobiliaria