En el fondo tampoco necesitamos que el Partido Popular nos explique su programa de gobierno. Ya sabemos lo que hay: privatizaciones, austeridad, desmantelamiento de los servicios públicos, liberalización de los mercados, erosión de los derechos laborales, congelación o eliminación de los derechos sociales, crispación y enfrentamiento. Si se les pide que lo desvelen es por aparentar democracia. Solo eso. Rajoy no quiere decir ni pío porque ya sabe que quien tiene boca se equivoca y mejor cerrar el pico y que hablen otros. La Confederación Empresarial de Madrid (CEIM), una de las organizaciones más casposas de la españa de pandereta, se ha encargado, como si fuera un ventrílocuo, de desgranar unas propuestas que se ajustan al dedillo a la ideología neoliberal que sostienen los populares. Cada una de esas medidas las firmaría Esperanza Aguirre con sangre. ¿A alguien se le escapa que el copago es una de las medidas de futuro de nuestros patrios conservadores? Leer el documento con las propuestas de los empresarios madrileños para la recuperación económica provoca escalofríos. Reducción de los costes del despido, contratos de prácticas de 3 años, restricción del derecho de huelga, colaboración pública-privada en la gestión sanitaria, copago sanitario, fomento de la educación privada…a algunos se les tiene que estar haciendo la boca agua. La iglesia, por su parte, no se queda atrás. Pide derogar las leyes del aborto y el matrimonio homosexual. El PP, que tiene su agenda con sus plazos, sabe que muchas de estas cosas llevan su tiempo, con su manipulación informativa y distorsión de la realidad y esas cosas. Así que algunas caerán de sopetón y otras poco a poco, sin prisas pero sin pausas, no se vaya a asustar la ciudadanía antes de tiempo. Mejor que se asusten cuando ya no se pueda hacer nada.