Un empresario en Marbella coloca un cartel en su establecimiento declarándose objetor de la ley «antitabaco». Esos «siete años de destrucción masiva de España» nos da a entender que no es votante del PSOE 😉 a parte de un entusiasta defensor de lo que él entiende «nuestros derechos». Miedo da que los enumere.
Perez Reverte trae a colación a Anne Frank y a la gestapo en su twitter. Nos revela un hecho hasta ahora desconocido sobre la delación de la niña alemana. Fue un vecino y todo por un fatídico cigarro «cuando bajó a fumar al bar» :-)))
León de la Riva nos dice que «lo que lamento, es verdad, que se invite a los ciudadanos a denunciarse unos a otros, me parece absolutamente lamentable, verdad, así empezaron cosas muy terribles en la historia de la humanidad, con denuncias de unos a otros…aquí empezamos por denunciar a los fumadores». Pobres fumadores. Son los nuevos comunistas, los nuevos judíos.
El presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de Valladolid, José Ramón García, reconoció que se siente «perseguido como en su tiempo los judíos por los nazis» y añadió «somos tratados como apestados».
En el Hospital de las Cruces de Barakaldo se detuvo a un hombre por insultar y amenazar a una enfermera que le recordó que no podía fumar en el recinto hospitalario. En una bolera de la localidad cacereña de Montehermoso, cuatro hombres resultaron heridos porque a uno no le gustó que le dijeran que no podía fumar.
Estas son algunas de las tonterías que se han podido leer y escuchar ante la aplicación de la ley. La sangre de horchata de algunos ciudadanos se rebela por defender su derecho a fumar, contra el que la ley no atenta. Con el tiempo, todo se verá con más normalidad y se recordarán estas anécdotas con una sonrisa en la boca: ¡qué pardillos eran!.