La desgracia de esta situación no está únicamente en la acción del gobierno francés y en el respaldo del resto de líderes europeos sino también en el apoyo que una gran parte de los ciudadanos europeos dan a estas acciones contra grupos de gitanos. Detrás de todo, los prejuicios alimentados durante siglos contra este pueblo.
La vergüenza de Europa
La comisión europea ha decidido permitir a Nicolas Sarkozy salir de rositas por sus políticas racistas contra grupos de gitanos europeos. La misma Europa que se llena la boca de derechos humanos, no duda en defender a uno de sus líderes por encima de los derechos fundamentales de cualquier ciudadano o grupo de ciudadanos. ¿Quién les creerá ahora cuando hablen de derechos humanos?