Siempre que se hacen previsiones sobre lo que puede ocurrir en el futuro existe un margen de error en el que cabe aquello que parece más improbable. Dentro de lo improbable pero posible, está la victoria de Rubalcaba en las próximas elecciones del 20N, día en que murió el anarquista Buenaventura Durruti. Aún el PSOE puede confiar en recuperar una buena cantidad de votos apelando al miedo a que gobierne el PP y de ahí el argumentario transmitido a todos sus cargos de hacer hincapié en los recortes «salvajes» que vendrán, ignorando los que ya han hecho y cuyos responsables son ellos mismos. Con todo, la probabilidad de que gane Rubalcaba es baja, a pesar de la mediocridad de Mariano Rajoy, a pesar de la mediocridad generalizada del Partido Popular y de la ausencia de medidas que permitan al país salir de la crisis (por contra, tienen un montón de medidas que permiten que se permanezca en la crisis). Es triste que te gane un candidato como Mariano Rajoy pero esto es lo más probable.
El PSOE y sus analistas saben qué es lo que va a ocurrir por lo que las medidas que proponga Rubalcaba son papel mojado. Puede hacer guiños a la izquierda, al 15M o a Carla Bruni que no sirven para nada. Son solo retórica, palabras vacías. El problema del PSOE aparece después de las elecciones. ¿Puede liderar un cambio Rubalcaba? Es obvia la respuesta. ¿Qué autoridad moral tiene el PSOE para criticar las medidas que ponga en práctica el PP? Es obvia la respuesta. ¿Cuál es su capacidad de liderazgo de medidas progresistas y de izquierda? Es obvia la respuesta. Seguramente ofrecerán a los ciudadanos justificaciones, argumentarios, respuestas para enfrentarse a las criticas pero tienen un problema que viene por la vía de los hechos. ¿Cómo puede el PSOE neutralizar la imagen del gobierno actual en la gestión de la crisis y la implantación de medidas que han supuesto recortes sociales y laborales? Es muy probable, siguiendo con las probabilidades, que medios de comunicación como Público y, en menor medida, El País, diario más escorado a la derecha, intenten echarles una mano para recuperar la credibilidad de cara al electorado progresista y de izquierdas. Público ya lo está haciendo.
Aún así no creo que sean muy innovadores. La estrategia consistirá en criticar al PP, sobre todo en aquellas medidas más impopulares para la izquierda, y en ir desgranando una serie de medidas «progresistas» para cuando gobiernen. Medidas o camelos. Cuando regresen al poder volverán a apelar a la responsabilidad de gobernar para justificar que cuando dije digo digo diego. El probable gobierno del Partido Popular se merece una oposición de gobierno de izquierdas de verdad. El PSOE es y será un estorbo. Hay cosas que son irreformables como el capitalismo.
Evidentemente Rubalcaba no puede liderar un cambio. Pero el PP tampoco, van a hacer lo mismo cuando ganen y si no fijate lo que paso en Portugal: la derecha se nego en votar en el congreso los recortes, asi gano las elecciones, y en cuanto han ganado y tienen que gobernar no se les ocurre otra cosa que recortar en todo.
La unica alternativa de verdad esta en IU, pero por desgracia no tienen medios de comunicacion que les hagan publicidad todo el año, como los otros dos
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El PP no liderará nunca un cambio que favorezca a los ciudadanos ni a la democracia. Al menos la derecha de este país, que tiene un déficit democrático de origen. El PSOE tampoco está capacitado para liderar ningún cambio. Ambos partidos han demostrado de lo que son capaces de hacer. El sistema pervierte a todos los partidos que participan aceptando sus reglas de juego. O cambiamos las reglas o esto es más de lo mismo.
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