«Es intolerable que en un país como el nuestro, tengamos que usar estos métodos para llegar y que se use violencia contra los representantes del pueblo». Esto es lo que Artur Mas ha declarado después de llegar en helicóptero al parlamento catalán, rodeado por miles de manifestantes. Por supuesto que la violencia es intolerable. Creo que en este punto la gran mayoría está de acuerdo pero ¿qué ha tenido que pasar para que miles de personas griten a los políticos que no les representan? Bono, Gallardón, Jauregui, Mas, Zapatero, Aguirre y otros muchos políticos son incapaces de asumir la responsabilidad que tienen en la indignación que muestran muchos ciudadanos. No son conscientes de que muchos de estos ciudadanos se han visto agredidos constantemente con graves decisiones que les perjudican. Cientos de desahucios que dejan a familias en la calle, casi cinco millones de parados, recortes sociales, aumento de la pobreza…estas desgracias forman parte de la vida de millones de personas en España y no ven que los políticos, que dicen representarles, sean la ayuda que necesitan sino que les perciben como los causantes de sus problemas. ¿Qué están haciendo los políticos para que, cada vez más ciudadanos, les perciban como aliados con los poderes económicos que les empobrecen? Es más sencillo criticar las acciones violentas de cuatro gatos que reflexionar sobre las razones que empujan a miles de personas a acampar en las ciudades españolas y a demandar una mayor participación ciudadana en las decisiones esenciales que afectan a sus vidas. Muchos de estos políticos miopes se quejan de que les atacan siendo los representantes de los ciudadanos mientras toman decisiones económicas marcadas por las directrices de organismos internacionales neoliberales. ¿Dónde queda la soberanía nacional cuando entidades no votadas por los ciudadanos deciden sobre sus vidas? ¿Qué puede pensar un ciudadano cuando la reforma laboral o la de las pensiones está impuesta por el FMI y el Banco Central Europeo? ¿Realmente estos políticos, que se acogen a la representación popular, han tomado decisiones pensando en los ciudadanos? Es verdad que existen políticos honestos pero también es verdad que la política de alto nivel está pervertida, que los grandes partidos políticos no funcionan de manera democrática y que los políticos siguen las directrices que les marcan «otros» y no los ciudadanos. Es inevitable una regeneración de la política pero, también, de los políticos para afrontar la verdadera amenaza: las políticas económicas neoliberales. No pueden liderar esta lucha los mismos políticos que han doblado la cerviz ante los grandes poderes económicos. No pueden porque han dejado de representar a los ciudadanos, desde el mismo momento en que han asumido planteamientos que perjudican claramente a los ciudadanos y benefician a los emporios económicos, que siguen aumentando sus beneficios a pesar de la violencia, esta sí, de la crisis económica y financiera. Por eso, política sí, políticos sí pero ni esta política ni estos políticos.