EFE
Federico Trillo, que debería haber dimitido y haber sido apartado de la política por su responsabilidad en el accidente del Yak-42, dedica una peineta a ciudadanos que protestaban contra la corrupción del candidato a la generalitat valenciana, Francisco Camps. Esta es la perversión del sistema. Corruptos en las elecciones y políticos cuyo principal bagaje es la chulería y el insulto.
Tienen los días contados