Una asociación muy simple: ciencia es progreso. Progreso y ciencia es puro perogrullo pero en un mundo centrado en vender, en gastar, en comprar, en tener, esta obviedad se convierte en algo secundario. Secundario lo que se podría considerar uno de los motores fundamentales de nuestra sociedad, sino el motor. Motor que si faltara en un automóvil tendríamos que bajarnos y empujar y si con uno bueno avanzaríamos cientos de kilómetros, con nuestras limitadas fuerzas sólo serían unos metros. Metros que aplicada a la ciencia supone si no un retroceso, sí una parálisis. Parálisis que, en época de crisis lejos de ayudar a salir de ella, nos inmoviliza e impide vislumbrar otro horizonte. Horizonte de progreso. Progreso es ciencia: una asociación muy simple.
Recortar ciencia es recortar progreso